Comienza una nueva etapa de las raíces del calor
colores saturados impregnando cielos y suelos
brotando cada día, el cambio constante
en una ciudad que vive marcada
por estaciones de cuento,
siguiendo sus pasos
con calma en su cuerpo.
Nos avisan las nubes,
con el viaje de su brisa,
de que cada noche alargara la siguiente;
trayendo con ellas la intensidad de cada amanecer,
cada atardecer acercándose a la mañana
y aquellas hojas de contrastes despidiéndose de sus ramas
caminando hacia un nuevo invierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario