Dando vueltas entre vías
de trenes que jamás paran
y siempre me dejan subir,
viendo paisajes
tan remotos como este trayecto,
tan cercanos como mi mente
cuchicheando estos versos,
veo todo pasar, conmigo dentro
y vosotros, en este vagón
acompañando desde vuestros asientos
el vaivén de la gente
paseando las estaciones
de mi memoria congelada,
en sus maletas y abrigos
soltando mis pies a andar sobre las manillas del reloj,
procuró no perder ni un segundo
de este viaje inesperado,
de este camino regalado,
donde voy y vengo como deseo,
por los hierros de trenes premeditados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario