Surcan brumas y reflejos
y luego existen las sombras de la playa
donde la fina línea de la costa,
la humedad de lo que no son olas
y las manchas discretas del sol en las personas,
convierte en magia
todo lo que anda por delante:
aparece y se desvanece en una espuma blanca,
por la orilla infinita
de las playas
de mi vida.
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