Páginas

sábado, 26 de noviembre de 2016

Sensaciones de Lavapiés


Turista en mi propia ciudad,
especias de tierras ajenas se mezclan
con el olor a tapas y fabada casera;
Voces de idiomas extranjeros se mimetizan
con el acento cerrado de barrio,
Gente joven de un color, no adquirido en la península,
pasean junto ancianos- que han visto este barrio cambiar,
de pobre a tendencia de revista-
y leen la historia de las calles, entre las líneas de sus caras

Sudando, bajo el aire acondicionado, subiendo las pocas cuestas
y devolviéndonos el otoño,
tan lluvioso como soleado,
tan de jersey bordado en estos bancos camuflados,
tan de zapato vendido en estas tiendas humildes;
El murmullo de acción constante,
el abrir y cerrar de escaparates, a la hora de la siesta, esta es la verdadera
ciudad que no duerme, la conglomeración de culturas,
la vida que no cesa y la muerte que no deja atrás
ni a las farolas,
ni a las ventanas adornadas
y hoy un poco quebradas,
ahora abriendo sus contras, al atardecer de un sábado
listo para andar sin pausa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario