Howling of wind
announcing new tides
friendly in its force
so full of sand, sea filled with hope.
Howling of wind
announcing new tides
friendly in its force
so full of sand, sea filled with hope.
Pasamos los días entre el viento
y mi cuerpo débil dejándose llevar,
cómo una vela que aún no sabe navegar.
Caminamos entre dunas abatidas
ellas también por el paso de la vida
moviendo su arena y dejándola caer
careando las mareas, dueñas de esta isla
y sus volcanes dormidos.
Flotamos nuestras manos entre corrientes áridas,
ahí va la fuerza de mi mente, bañándose en brisa marina
y enseñándome de nuevo a nadar.
Internal jabs waking up with symptoms that nobody sees
symptoms that I also don't share- but today I do-
Stories of my body that live within themselves,
their battles silent but ferocious,
their rhythms constant,
parts of me.
Living knowing that someday it'll be overcome, or not,
hope matters, but the result does not-
It's the strength it gives me,
the cloak of invisibility over this other life
that walks up the slopes with me and celebrates all achieved by triple,
the empathy taught,
the constant encouragement, whispers alone between us two
when for an instant some part breathes and lets me dance in another reality.
Losing the parts of me with which I wish to part,
to see them come back between the shadows of silence,
noisy palpitations like scratchy echoes
between the veins of my head.
Loyal companion, some days heavier, some days more subtle,
always by my side, I don't remember how to live without you,
but someday I'll say goodbye,
the only goodbye for which I have always been ready.
Despertar de pinchazos internos y síntomas que nadie ve
síntomas que tampoco cuento- pero hoy si-
Historias de mi cuerpo que viven entre sí,
sus batallas silenciosas pero feroces,
sus ritmos constantes,
partes de mi.
Vivir sabiendo que algún día venceré, o no,
la esperanza importa, pero el resultado da igual-
Es la fuerza que me da,
la capa de invisibilidad sobre esta otra vida
que sube las cuestas conmigo y celebra lo logrado por triple,
la empatía enseñada,
los ánimos constantes, susurros a solas entre nosotros dos
cuando por un instante alguna zona respira y me deja bailar en otra realidad.
Perder las partes de mi con las que deseo partir,
para verlas volver entre las sombras del silencio,
palpitación de ruidos como ecos chirriantes
entre las venas de mi cabeza.
Fiel compañero, unos días más pesado, otras más sútil,
siempre a mi lado, ya no recuerdo vivir sin ti,
pero algún día te dire adiós,
el único adiós
para el que siempre estuve preparada.