Mi importancia
esfumada, en el alboroto de ser tantos.
Un planeta diminuto, en un universo
donde el brillo, lo dan las estrellas,
pero, ¿de qué sirve ese calor,
si no es para darme vida?
¿De qué sirvo yo? Si no es para añadir
espacio
a un infinito constante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario