jueves, 1 de febrero de 2018
Mi Reloj
Cambian las zonas horarias
y el olor del polvo en las casas,
se mojan los días y
secan las horas-
pero entre cada viaje, estás tú,
esperando en la paz
de tu sútil sonrisa,
barriendo mi tierra y discutiéndole a mi vida,
su manera de pasar el tiempo,
sin preámbulos ni alineamiento,
sin relojes que te midan;
luce el sol y la lluvia y
cada estación sin nombre,
para encontrarte siempre
en la compleja sencillez
de una nueva alba,
tirando de las riendas
de cada esclarecer,
y tú
como manilla astuta
abrazando mis segundos
y contemplando sus efímeros mundos.
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