Kilómetros naranjas
y tus piernas sin cesar
listas para pensar
en esta inmensidad
de bosques llenos de islas
y suaves fiordos repletos de sus hojas.
Entre su madera descansas cada noche
soñando con este sol interminable
y la sútil belleza
de un país sin alardes de grandeza.
Andas por este silencio lleno
de soledad acompañada
y el verde de tus ojos libres
mezclándose con el infinito
de las ramas.