Tuve que aprender a nacer,
más veces de las que quería
resurgiendo de las cenizas del miedo
con estragos de un pasado irreconocible
y datos de una realidad
hecha para los demás-
Sollozos de sus ojos
añadiendo al rasgueo de guitarra en mi garganta;
me revolví en una pesadilla que no era mía,
despertándome al conocimiento de haber visto el amanecer
de una vida
siete veces;
he sentido su atardecer de cerca
con sus destellos de luz y su oscuridad, fuegos artificiales difíciles de ver,
claros de sentir,
Todo simples incomodidades, cuando comparados
con mirarse en un espejo, viendo a otra
saludando con tu mano, usando tu mente...
Intentemos no revivir esa parte de esta historia,
Todo se resume en el miedo a la impotencia,
pero continuaré afrontando los fantasmas del oxigeno,
con sus manos como alas,
nunca olvidaré como volar
por encima de esta temida soledad-
Bajo la fe del mar,
aprendí a creer
una y otra vez
en un mundo misterioso
donde el odio desaparece
y el amor todo lo vence.