y dejando con tu magia su fin,
ese corazón que habla sin subir la voz
y una voz que brilla sin comparar su amor-
Duendecilla que de todo aprende
y con cariño empapa,
deja de pisar la tierra
y continúa en un vuelo infinito
por la inocencia que tanto guardas
y la inteligencia que todo lo puede,
misteriosa como un libro abierto
compleja en tu maravillosa simpleza-
Volando, duendecilla,
llena el mundo de tus rinconces
y haz de ti un mundo entero.